Glándula del acicalamiento

El día que confundí la glándula del acicalamiento con una pluma enquistada

Recuerdo que de pequeño una de mis tías solía decir: «la ignorancia es atrevida». En muchos aspectos de nuestra vida solemos plantar cara y resolver las situaciones partiendo de nuestros conocimientos o experiencias, pero hay ocasiones en las que debemos reconocer que estos no son suficientes y que aún nos queda mucho por aprender.
Una tarde de domingo en la que me encontraba luchando para mantenerme despierto mientras veía la típica película de manta y sofá, Lana (mi guacamayo Maracaná) tras aburrirse de sus juguetes, decidió volar a mi hombro. Se trataba de una situación habitual, que suele activar en mi una respuesta automática en forma de caricias. Aunque me encontraba medio dormido mis dedos detectaron un bultillo en la base de la cola.Rápidamente el sopor y el adormilamiento de aquel domingo se me pasó, y mis ojos se centraron con algo de susto en ese bulto del cual salía un pequeño «mechón» de plumas.

Puede ser que como a mi también a veces me pasa en la barba (que algún pelillo no rompe la piel y decide crecer internamente) pensé que aquel bulto debía de tratarse de una «pluma enquistada». Mi primera reacción fue creer que la solución estaría de la mano de unas pinzas de cejas, así pues, unos minutos más tarde tenía a mi pobre loro sujeto con mi mano izquierda y en la derecha sosteniendo la pinza….

Justo antes de tirar de aquella aparente «pluma enquistada» una luz se encendió en mi cabeza y decidí recurrir a un amigo biólogo… efectivamente aquello que creí atrevidamente que era una pluma enquistada realmente se trataba de la glándula uropígea (vulgarmente conocida como glándula del acicalamiento).

Se trata de una glándula situada en el lomo de nuestro loro justo en la base de la cola. La glándula uropígea cumple la función de protección y mantenimiento del plumaje, segregando una sustancia que impermeabiliza y limpia el plumaje. Seguramente hemos visto a nuestro loro en alguna ocasión frotar su pico en dicha zona para posteriormente acicalar cada una de las plumas, repartiendo una pequeña cantidad de aquella sustancia oleosa secretada por la gládula uropígea  -enlace a Wikipedia.

Deja un comentario